Todo es confuso.
Hoy me he descubierto a mi misma sumida en una pena que me traslada a ese sentir en mayúsculas tan amargo y ya conocido, que uno siente cuando se apaga una luz que todavía debía seguir alumbrando...
Así que hoy creo que definitivamente catearé mi examen de conciencia. Y me da pánico que el habituarme a ese sentimiento haga que se convierta en costumbre... Pienso que me he acomodado en la cobarde y egoísta excusa de vivir mi maratón diario a toda costa conciliando mis pilares básicos y dejando en segundo plano a todo lo demás. Me auto eximo de sentirme mal por seleccionar egoístamente por orden de importancia mis deberes: éticos y morales, para con mi familia y amigos .
Así que hoy creo que definitivamente catearé mi examen de conciencia. Y me da pánico que el habituarme a ese sentimiento haga que se convierta en costumbre... Pienso que me he acomodado en la cobarde y egoísta excusa de vivir mi maratón diario a toda costa conciliando mis pilares básicos y dejando en segundo plano a todo lo demás. Me auto eximo de sentirme mal por seleccionar egoístamente por orden de importancia mis deberes: éticos y morales, para con mi familia y amigos .
Y el mañana siguiente se convierte así en un privilegio para los que nos quedamos.
Ser consciente de lo delgada que es la línea que separa "estar" de "no estar" te hace averiguar lo pequeñitos que somos. No somos nadie: sólo la sonrisa que dejamos en quien nos quiere grabados en sus recuerdos y el corazón de quién estrechó un vínculo de afecto.
Ese vínculo que te une a esas personas especiales para siempre allá donde estés por tiempo que pase. Ese vínculo que se crea por "algo", permanecerá para siempre: cierta complicidad, un tono de voz familiar, una sonrisa transparente, la forma de enfrentarse a situaciones, de afrontar adversidades, la forma de darte cariño, de darte importancia y un sitio en su corazón, una semejante forma de sentir, de pensar, LA FORMA DE VER LA VIDA...
Somos las lágrimas que derramarán por nosotros y el sentimiento agradable que despertará el recuerdo de nuestra presencia. Alegría, sol y aire fresco.
Hasta pronto. Tú si que eres preciosa. Me quedé sin ese beso por tonta, y por egoísta; y no tengo excusa. Y tu mañana seguro está lleno de paz, descanso y tranquilidad. Ahora brillarás arriba. Espero que cuando te encuentres allí con mi madre compartas buenos ratos y sonrisas con ella... Creo que te ya te dije que me recordaba a ti.
0 comentarios: