Una gitana con clase




   "No sé ni por donde empezar... No sé si estoy haciendo lo correcto, pero necesito saber que te comunicas conmigo.  Intento rezar por las noches, pero no noto que me escuches; y a veces lloro, como ahora.

    Ya van a hacer tres años desde que te fuiste y ni te imaginas lo que te echamos en falta.

    Espero que estés donde estés, te cuiden y te cuides bien; y me reconforta saber que por lo menos aunque no estás con nosotros no estas sufriendo ni física ni psíquicamente  (...) "


      Guardo esta carta que te escribí hace años, supongo que para poder  sacar de algún modo todo lo que dolía dentro, intentando comunicarme contigo de alguna manera, sin esperar respuesta. Estuvo perdida durante años y hace poco apareció entre unos libros.

     Cartas... Mis cartas; mi forma de expresarme mejor. Pero cada vez que  leo esa en cuestión, me pongo muy triste y no la termino de leer... Pero hoy 21 de febrero, no quiero que me veas triste y me gustaría que supieras todo lo que enseñaste.

        14 años ya... Sin verte. Y...¡cuánto me enseñaste sin ni tan siquiera saberlo!


     Con esa santa paciencia que Dios te dió conmigo y ese humor genial con el que te lo tomabas todo... Perdóname por favor,  por todas las incomodidades por las que te hice pasar, por mis rebeldías, mis inconformismos, mis cabezonerías y mis ansias de libertad. Todas esas noches en vela esperándome para dormirte...


     Fuí una egoísta centrada en que me  querías cortar las alas para que no aprendiese a volar, sin darme cuenta de que lo que querías en realidad era que tardarse en emprender el vuelo;  no querías que abandonara el nido... Para disfrutar más tiempo juntas. Pero me di cuenta tarde, y ahora sé cómo te dolían mis ganas de vivir mi vida, y mis ganas de independencia.

     Asumir que te irías pronto fue una cuenta que me quedó pendiente. Nunca encajé el paso de que tu magnífica y encantadora presencia , pasaría algún día a ser  una amarga y dolorosa ausencia.

      Y  por más tiempo que pase,  siempre recordaré a cámara lenta el día que te fuiste... Y no hay ni un sólo día,  que no te tenga en mi mente. Tu olor, el sonido de tu voz,  tu humor, tu risa, tu mirada, tu estilo, tu cariño, tu esencia; todo lo tengo en mi recuerdo grabado como si fuera ayer. 

      Y aquí estoy escribiéndote una carta sin dirección, porque no sé donde estás,  y porque me quedó mucho  de lo que hablarte, mucho por vivirte y disfrutarte, mucho por preguntarte, mucho por quererte. Y quiero decirte de corazón, todo lo que hiciste por mí,  sin saberlo.  Todo lo que me enseñaste:

  • A  ser madre y a cuidar y a educar a mis hijos con todo el cariño del que soy capaz, dándoles todo lo bueno que tengo para dar y guardándome todo lo malo. Porque es mejor compartir alegrías que penas...

  • Que  con la persona no muere su esencia, que la esencia pervive en el encanto, y que el encanto permanece en el RECUERDO  para siempre.

  •  A SER, por encima de todo y de todos, una persona FUERTE, para  aguantar los golpes de la vida y que mi felicidad no dependiera de la de nadie; a ESTAR pasando por la vida dejando mi huella, valiéndome por mi misma,  aún en situaciones que me incomodaran y absorbiendo cada instante como si fuera el último.  Y a PARECER  siempre feliz, sin que mis problemas condicionaran el recorrido de mi historia , ni la de nadie.

  •  A no sentirme superior , ni creerme mejor que nadie. Y a no sentirme inferior , ni menos que nadie. Porque igualándome a las personas, era la mejor forma de acercarme a ellas .  Que ser distinta y pensar distinto no era algo malo, sino todo lo contrario. Era ser especial, dentro del complejo mundo de los complejos de una niña.

  • A no mirar por encima del hombro sino  directamente a los ojos sin esquivar la mirada, y a entender aquello de  que "no existen clases de personas , sino personas con clase...", tratando a todo el mundo con una cercanía extrema desprovista de toda desconfianza, de todo miedo.

  •   A sonreír con el alma y el corazón,  inundando de vida e ilusión los ojos. Que todo el mundo merece esas sonrisas , si saben aceptarlas. Y  que una sonrisa sincera a tiempo, disipa todo tipo de nubarrones y tiranteces .

  •  A engullirme  de un trago mi orgullo y soberbia, fastidiándome cuando las cosas no salían como yo pensaba... Porque las cosas son lo que tienen que ser por encima de mi voluntad. Y a ser consecuente con mis decisiones, acertadas o no.

  • A calmar y consolar a mis hijos con un apretujoso, fuerte y largo abrazo , dejándolos ahogaítos en mi perfume (como el tuyo), enterrados entre mis brazos. Con todo el  cariño incondicional y empalagosa ternura,  para que sepan que ahí espachurraos  entre mis brazos, nada malo puede pasar. 

  • A llorar de alegría, cuando te regalaban más tiempo; cuando te ampliaban tu "pasaporte". Me gustaba más el sabor de esas lágrimas.

  • A arrancarte sonrisas cuando ya no podías más, en las circunstancias más angustiosas y extremas; y a secarte las lágrimas que nunca quisiste que te secaran .

  • A sobrevivir con heridas, porque aunque duelan, no es razón suficiente para hundirme, ni paralizarme; a ponerme tiritas en ellas para que nadie las viera . La vida tiene que seguir adelante aunque se abran las cicatrices con el recuerdo.

  • Que la salud mental es más importante que la salud física, y que el dolor del alma es el más doloroso y dañino, porque mata la esperanza y la ilusión, que era el motor de tu vida.

  • Que ser cómica y hacer el ridículo riéndote de tu sombra con un constante, sano,respetuoso e inteligente humor , te libera el alma y te abre la mente.

  •  A disfrutar cocinando. A cocinar con todo mi cariño y todo mi empeño, inventándome platos con  tres ingredientes... A guisar sin necesitar recetas; intuyendo sabores. A disfrutar como una enana comiendo y  diseccionando pescados, como tú lo hacías,  haciéndoles una autopsia como un gato; a odiar estos últimos porque no te gustaban. No me  dejaste  nunca probar el conejo porque lo aborreciste  de pequeña, al ver como desangraban a uno.   A comer plátanos con picos y  tostadas con tortilla de patatas del día anterior  con mantequilla en el desayuno. A hacerle creppes a mis niños, como si fuera una fiesta.

  • Que para ser feliz basta con querer a alguien y darle tu corazón y tu confianza, aunque haya quereres que duelan... Y a querer bien; en LIBERTAD, sin RENCORES,  para querer y que te quieran mejor . Porque hacerse querer también es una forma de Amor.

   Me enseñaste sin saberlo, a ser la mujer  que  soy, intentando seguir tu ejemplo, y es un orgullo ser parte de ti . Serás siempre el ser más carismático y especial que jamás conocí...  Encantadora, única y bella por dentro y por fuera ; siempre mona con dos trapos ( tus faldas largas),  y tus  collares, simplemente siendo tú misma.


                                                 UNA  ELEGANTE GITANA "HIPPY" CON CLASE...
                                                              QUE SIEMPRE ESTARÁ CONMIGO         


P.d.:  Mi reino por escuchar tu risa, en una conversación contigo resolviendo el mundo, mirándote a esos ojos...